Ciclo de Conciertos «MANUEL DE FALLA» – Flamenco

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(También disponible en taquilla el mismo día del concierto desde las 17,00 h.)
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JEREZ, LA CUNA DEL CANTE

A mitad de camino entre Sevilla y Cádiz, en constante conexión con Utrera, Lebrija y los Puertos, y caracterizado por sus dos barrios más emblemáticos, Santiago y San Miguel (la Plazuela), se encuentra la localidad de Jerez de la Frontera que, como dijo en una ocasión el gran flamencólogo madrileño, José Blas Vega, ….le sobran razones para ser considerada una de las cunas del arte flamenco.

Hasta finales del siglo XVIII no parece haber demasiada documentación con relación al flamenco en Jerez. Es a finales de ese siglo cuando aparece la figura de Tío Luis el de la Juliana, cuyas tonás y livianas podrían ser la raíz de los actuales cantes más primitivos. Otro nombre de la época, Perico Cantoral, fue quizá el primer cantaor profesional del que se tiene constancia. Todas esas tonás antiguas evolucionaron en el cante por siguiriyas que, ya en el s. XIX, El Loco Mateo (y su hermana la Loca), Manuel Molina, Paco la Luz, Joaquín Lacherna o Diego el Marruro inmortalizaron. Pero también por soleá es Jerez un cantera de estilos y nombres como Curro Frijones, Joaniquí (jerezano afincado en Lebrija), Tío José de Paula o Juanichi el Manijero, que se unen al de la inconmensurable figura de Merced la Serneta.

Todo este acervo flamenco encuentra en el s. XIX su punto más álgido en los nombres de Antonio Chacón y Manuel Torre.

El flamenco en Jerez siempre se difundió principalmente a través de las familias, y todas estas figuras nombradas hasta el momento dan paso a otras igual de relevantes en los siglos XX y XXI. Los Marruro, Los Morao, Los Ramos (Niño Gloria), Los Valencia, Los Soto, Los Fernández, Los Pipa, Los Zambo, Los Carrasco, Los Moneo, Los Carpio…. son sólo una pequeña muestra de lo que Jerez ha aportado al mundo del flamenco. Como anécdota, José Cepero y Paco Cepero, que en su momento se pensó que eran familia directa, podrían tener ahora un parentesco mucho más lejano, según un reciente estudio de Antonio Conde.

El jerezano David Lagos posee probablemente una de las voces más impactantes del panorama flamenco actual. Dotado de una inmensa jondura es al mismo tiempo un cantaor muy versátil que presta su voz a proyectos más contemporáneos. Acompañado por la espléndida guitarra de Santiago Lara, jerezano también y en su momento alumno aventajado del gran maestro Manolo Sanlúcar, ambos harán las delicias de los buenos aficionados al cante por derecho.   

BREVE HISTORIA DEL CICLO DE CONCIERTOS «MANUEL DE FALLA»

En el año 2015 se cumplió el centenario del estreno de El Amor Brujo, de Manuel de Falla, posiblemente la obra de toda la historia de la música en la que mejor se entrecruzan la música clásica y el flamenco. Éste tuvo lugar en el Teatro Lara de Madrid, con Pastora Imperio y un pequeño conjunto de 14 músicos. Se tituló: El Amor Brujo –Gitanería en 1 Acto y 2 Cuadros-. Con el tiempo evolucionó en lo que hoy conocemos: un ballet con orquesta sinfónica. Pero la verdadera première se produjo con una orquesta de cámara y una cantaora-bailaora; el 15 de abril de 1915.

Con motivo de dicha efeméride se comenzó a organizar un ciclo de conciertos en la Casa de Granada en Madrid, bajo el nombre de Manuel de Falla, en el que se alternan recitales de música de cámara y flamenco. Posteriormente, el Ciclo se llevó al Ateneo de Madrid debido a la relación que tuvo el compositor gaditano con esta institución a principios del s. XX. Fue aquí, en el Ateneo de Madrid, donde, en 1915 también, se estrenó una de sus obras para voz y piano más emblemáticas -con el mismo compositor al piano-: Siete Canciones Populares Españolas. El Ciclo viaja también regularmente a la Sala Cero Teatro de Sevilla, ciudad en la que, en 1923, Manuel de Falla fundó la Orquesta Bética de Cámara y con la que estrenó, en versión de concierto, una de sus incuestionables obras maestras: El Retablo de Maese Pedro