Ciclo de Conciertos «MANUEL DE FALLA» – Flamenco

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FLAMENCO

«POR GRACIA DE TRIANA»

“En hombre, yo; en mujer, Gracia de Triana”. Con esta frase tan rotunda sentenciaba el gran cantaor Pepe Marchena quiénes, para él, eran las dos figuras más relevantes de la época dentro del mundo del flamenco y la copla.

Gracia de Triana está considerada una de las artistas más versátiles de todos los tiempos. Conocida principalmente como tonadillera, resultó ser también una cantaora más que interesante. Jamás firmó un contrato si no contaba con un gran guitarrista a su lado: Manolo de Huelva, Perico del Lunar, Niño Ricardo o Esteban de Sanlúcar, entre muchos otros, la acompañaron en sus actuaciones. Aunque recorrió gran parte de España e Hispanoamérica, fue Sevilla, con quien mantuvo una intensa relación de amor-odio, Madrid y Buenos Aires las ciudades que la encumbraron a lo más alto.

Protagonizó películas como La Cruz de Mayo o Castañuelas; cantó muy pocas cosas que no fueran escritas para ella y fue creadora de unos villancicos trianeros. De voz prodigiosa y eco muy dulce, recibió el nombre de La Voz de Miel.

Junto a la bailaora Carmen Riqueni, el guitarrista Víctor Torres y la colaboración especial del actor Jesús Blanco, Rocío Díaz será la verdadera protagonista de este espectáculo flamenco-teatral que nos contará anécdotas, canciones, vivencias, de esta figura irrepetible que tanto y tanto amó su barrio a pesar de su tormentosa relación con él.

“Nadie cantó a Triana como Gracia”, Ángel Vela Nieto

BREVE HISTORIA DEL CICLO DE CONCIERTOS «MANUEL DE FALLA»

En el año 2015 se cumplió el centenario del estreno de El Amor Brujo, de Manuel de Falla, posiblemente la obra de toda la historia de la música en la que mejor se entrecruzan la música clásica y el flamenco. Éste tuvo lugar en el Teatro Lara de Madrid, con Pastora Imperio y un pequeño conjunto de 14 músicos. Se tituló: El Amor Brujo –Gitanería en 1 Acto y 2 Cuadros-. Con el tiempo evolucionó en lo que hoy conocemos: un ballet con orquesta sinfónica. Pero la verdadera première se produjo con una orquesta de cámara y una cantaora-bailaora; el 15 de abril de 1915.

Con motivo de dicha efeméride se comenzó a organizar un ciclo de conciertos en la Casa de Granada en Madrid, bajo el nombre de Manuel de Falla, en el que se alternan recitales de música de cámara y flamenco. Posteriormente, el Ciclo se llevó al Ateneo de Madrid debido a la relación que tuvo el compositor gaditano con esta institución a principios del s. XX. Fue aquí, en el Ateneo de Madrid, donde, en 1915 también, se estrenó una de sus obras para voz y piano más emblemáticas -con el mismo compositor al piano-: Siete Canciones Populares Españolas. El Ciclo viaja también regularmente a la Sala Cero Teatro de Sevilla, ciudad en la que, en 1923, Manuel de Falla fundó la Orquesta Bética de Cámara y con la que estrenó, en versión de concierto, una de sus incuestionables obras maestras: El Retablo de Maese Pedro